A las 18,15 zarpamos hacia Basil Hall que dista a solo 4 millas del lugar. La idea era poder fondear o amarrarnos a tierra para a la mañana siguiente continuar con el relevamiento y en lo posible bucear el casco hundido que hay dentro de la bahía.

El viento había calmado totalmente y el cielo estaba a medias despejado. Cada tanto caía un chaparrón pero ya a esta altura nos parecía un tiempo más que hermoso.

Terminamos la maniobra de amarre a las 20,30 en plena oscuridad. Dario pasó un cabo por el tronco de un árbol seco en tierra y por proa dejamos caer el fondeo que se clavó con todo. El lugar es por demás atractivo siendo un puerto muy tranquilo y seguro. Además no había la más leve brisa. Después de casi 4 días de inactividad habíamos aprovechado bastante bien este lunes 31 de marzo.

La mañana del martes se presentó con mucha nubosidad pero sin viento. A las 9 estábamos con el bote recorriendo todo el contorno de la bahía. Lamentablemente no pudimos encontrar el casco hundido que tan claramente se veía hace unos años desde el paso que une con el puerto Año Nuevo. En ese lugar solo unos 600 metros separan un puerto de otro, pero lo único que encontramos fue una foca de Weddell que nos estudiaba con bastante interés. Después solo fueron boyas de pescadores y tergopol, además de gran cantidad de cachiyuyos y madera de arboles. Ni un solo trozo de madera de naufragio. Pero lo peor fue que estuvimos más de media hora navegando por la zona del hundimiento y solo veíamos una gran jungla de algas pardas que nos imposibilitan ver el fondo.

Durante las 2 horas que duró la recorrida con el bote, los que se quedaron a bordo tuvieron que luchar  con la maniobra de fondeo. Resulta que como se quemó el alternador de 24 volts no queríamos usar el cabrestante, así es como largábamos el ancla de cepo con cabo y se recogía con el molinete a mano. Pero en este lugar vino con una cantidad tan grande de cachiyuyos que era imposible izarla. Con un cuchillo tuvieron que ir cortando las algas, tarea que les demando un buen rato dejando a un Aníbal extenuado.

Era evidente que esta Bahía no era apta ni coincidía con la descripción de Luis Piedra Buena. Solo 2 playas pequeñas de piedra. Ninguna de arena.

Descartamos esta posibilidad.

Otra Expedición del 2002; con el Ice Lady Paragonia de los Hnos May. En esta oportunidad estudiando nuevas fuentes encontramos que el lugar (Basil Hall) fue un lugar explotado por Luis Vernet , cuando estaba como Gobernador de Malvinas. Mas precisamente los hermanos Brooks en 1828 tenían un aserradero y preparaban la madera para enviarla al establecimiento de Luis Vernet en Malvinas. También cazaban lobos marinos, salaban las pieles y hacían aceite. Fue con estos datos que en una de las playas internándonos en la isla encontramos una construcción de lo que podría ser una casa con al menos 3 habitaciones.  No realizamos ningún trabajo que posicionarla por satélite y tomar algunas medidas Las paredes de más de 60 cm. de grueso.

En la otra playa encontramos el lugar de los calderos. Bueno si se ajustaba a los comentarios de Luis Vernet y a los propios de Luis Piedra Buena. Fue buena la corazonada de seguir lo escrito por ellos. Bueno el resultado es que encontrábamos todo.

Mapa de Vernet Es de aproximadamente de 1827. Es interesante el cambio de nombres de los lugares. A la punta de Tierra del Fuego la bautizo Cabo de Hornos. De esa forma lograba desorientar a competidores loberos. Los mandaba al Cabo de Hornos.  Isla de los Estados tenía muchas loberías. En otro mapa están todas marcadas.

Ciervos. Es interesante ver las fotos de Puerto Roca. Una hermosa playa en la que desemboca un río que parece caudaloso. Solo en el primer tramo. Enseguida se convierte en un pequeño arroyo. Hasta la zona llegaron hermosos ejemplares de ciervos colorados desde Bahía Crossley. Se los puede ver en pleno día. Claro desconocen cualquier depredador.

Esto nos trajo más tranquilidad porque veíamos que las descripciones del lugar eran muy precisas. Todavía no encontrábamos al «Espora» y ningún lugar parecido.