EL VAPOR TORINO

Vapor Torino, naufragó el 9 de Setiembre de 1902 en Caleta Policarpo, desembocadura de ese río. Puerto de asiento era Punta Arenas. Este pequeño buque fue el que prestó un gran servicio entre Punta Arenas y Río Grande, incluyendo a la Bahía de San Sebastián. Después de la Goleta Santa María Auxiliadora toda carga se movía con este buque. Su poco calado y buen motor lo hacía muy maniobrable y marinero. Pero, quienes estaban allí?. Los Salesianos mucho antes que se fundara la ciudad y unos cuantos estancieros que movían peones, alimentos etc. Muchas casas y hasta iglesias se construyeron gracias al apoyo de este vaporcito.
Como podemos ver en las fotos al hundirse llevaba una carga de cemento. Se estibaban en barriles de madera (toneles de 50kg). Algunos soñadores vieron en esto la construcción de un fortín para defenderse del asedio de los indios que desde arriba de la barranca les tiraban flechas (muchas películas de cowboys). La realidad que se trata de un corral. El puesto se lo conoce como Donata y ya en 1989 estaba abandonado. Los mástiles fueron colocados para una antena tiempo después.
Pero vayamos al naufragio. Durante mucho tiempo se dijo que se trataba de un submarino Nazi. Lo que vemos son restos de la proa que afloran y la caldera.
Pero algo más notable: el ancla. Nuevamente la maniobra del Desdémona, la del Duchess of Albanny y, como veremos, las de otras decenas de naufragios.
La posición del fondeo y los restos del buque dá para pensar, aparte del naufragio, es que la maniobra no está clara. Buscando en los archivos encontramos una declaración que, buscando refugio, fondearon allí antes de recalar en Río Grande y una fuerte corriente los amaraño con su propio fondeo.
Los náufragos bajaron a tierra caminando.
Un tema interesante que muchos le dicen a ésta Caleta Falsa. Cuando Caleta Falsa es la de la Estancia Policarpo a unas millas del lugar donde Piedra Buena encuentra a unos náufragos. Pero es otra historia.

En esta zona naufragó (varó) el Andina o Andrina que luego fue rescatado y pasó a ser el Alejandrina de la empresa Menéndez y usado como pontón desde 1918. Fue arreglada y se usó para transporte de carbón. Varó el 10 de mayo de 1899 en la Caleta Policarpo. Con carga general que fue rescatada y vendida.
En 1945 pasa a desguace en Punta Arenas. Fue construida en Southampton en 1886 por Oswald Mourdant & Co. Era una fragata de 4 palos.
Pero de éste no hay vestigios, tal vez los palos de la playa, transportaría cemento?
Aclaremos un poco más: Vapor argentino que naufraga en setiembre de 1902 en Caleta Falsa. Estaba bajo propiedad de la orden Salesiana y era utilizado para las misiones de Río Grande, Isla Dawson y Punta Arenas. Según datos aportados por el padre Juan Ticó, de Rio Grande, fue construido en Italia y se lo utilizó como carguero por el río Pó.
Monseñor Fagnano lo compró en $60.000.- con ayuda del armador, el turinés Don Máximo Gilli (radicado en Magallanes) que de esa forma quedó asociado a la orden. Con un desplazamiento de 150 toneladas estaba equipado con 2 motores de 45 H.P. Llegó a Punta Arenas el 17 de julio de 1894 con 13 tripulantes siendo su capitán el inglés Wilson. Aparentemente el cambio de matriculación se realizó en 1896.
Entró por primera vez en Rio Grande el 10 de agosto de 1894 arribando hasta los Barrancos Negros frente a la primer casa de la Misión.
Ya que estamos sobre el Andrina:
“ANDRINA”
Barca de cuatro palos construida por Oswald Mordaunt and Company en Southampton en 1886. Naufraga en Caleta Policarpo navegando hacia el sur. Llevaba carga general, cemento en toneles y ácido prúsico. En ruta de Amberes a San Francisco encalló en el verano de 1899 con fuerte viento del NO.
La tripulación debió quedarse a bordo varios días hasta que mejoró el tiempo y pudo desembarcar con sus botes. Según relata uno de sus tripulantes, en la costa rompían olas de 50 pies de alto. Se quedaron en el lugar levantando un precario refugio y rescatando parte de la carga.
Después de diecinueve años de quedar abandonada y a merced del mar, una empresa de salvamento logró reflotarla. Utilizaron anclas, cables y cabrestantes y así lograron correrla y ponerla a flote. También sacaron de sus bodegas nitrato que vendieron por 40.000 dólares. Se cree que ellos levantaron lo que se conoce como el “fortín de puesto Donata”, con el cemento endurecido por el agua de mar que llevaba en sus bodegas.
El motivo para emprender semejante operativo fue sencillo: durante la Primer Guerra Mundial los submarinos mandaban al fondo más cascos de los que se podían fabricar. Fue llevada a Punta Arenas, rebautizada con el nombre de “Alejandrina” y luego remolcada hasta Nueva York. Llegó con bandera chilena y fue vendida en un millón de dólares en el verano de 1919.
Este operativo nos deja bien en claro la fortaleza con la que estaban construidos los cascos de estos buques.