1958 – INICIOS DEL TURISMO ANTÁRTICO

En 1958 la República Argentina organizó la primera expedición turística a la Antártida con el transporte A.R.A. Les Eclaireurs​ al mando del Capitán de Fragata Eduardo Llosa. Los turistas utilizaron para su traslado a la capital fueguina, Ushuaia, aviones Douglas DC-4 de la Marina de Guerra, pertenecientes al Comando de Transportes Aeronavales.

Apoyado por el Grupo Naval Antártico, a las tres de la mañana del jueves 16 de enero de 1958 zarpó de Ushuaia rumbo a la base Decepción con 98 turistas, 56 hombres, un niño de 12 años, 41 mujeres entre las que se encontraban niñas menores de 15 años. También se encontraba a bordo el gobernador de Tierra del Fuego, capitán de fragata Pedro Florido. El buque hizo escala en rada Picton, donde arribó el 16 de enero y continuó con el siguiente itinerario: isla Decepción, bahía Luna, caleta Potter, bahía Paraíso, isla Melchior, y regreso a Ushuaia, donde arribó el 24 de enero de 1958. El segundo viaje turístico el buque, comandado por el mismo capitán Llosa, zarpó de Ushuaia con 94 turistas el 31 de enero de 1958, con destino a Melchior, siguió hacia bahía Paraiso, caleta Potter, bahía Luna, Decepción y regresó a Ushuaia a la que arribó el 11 de febrero de 1958.

Así en 1958 se realizaron los dos primeros viajes de crucero turísticos a la Antártida por medio del transporte ARA Les Eclaireurs.

El primer viaje turístico a la Antártida en 1958 a bordo del buque Les Eclaireurs, se registró en una película realizada por el Ministerio de Marina, con imágenes inéditas de la pequeña y agreste ciudad de Ushuaia, que ya por entonces se ufanaba de llamarse la más austral del mundo, del cruce del Estrecho de Drake y la llegada a la Antártida de los pasajeros, entre los que se encontraban mujeres y niños, orgullosos de ser los primeros turistas que trazarían la ruta del futuro hacia el Continente Blanco.

Era habitual que en los viajes de buques a la Antártida, la tripulación o los turistas con conocimientos filatélicos confeccionaran los sobres filatélicos para ser matasellados al desembarcar en las bases argentinas. En este caso encontramos un sobre con un matasellos del barco Les Eclaireurs y de las bases visitadas, Melchior, Decepción, Cámara y Almirante Brown.

Estos dos primeros viajes turísticos despertaron un gran interés para participar. Testimonio de ello fue la recepción de cuatrocientas solicitudes para participar y más de cuatrocientas notas pidiendo informes, entre los que se encontraban las de personas residentes en Estados Unidos, Alemania, Brasil, Chile, Italia, Paraguay y Uruguay.

En los meses de enero y febrero del año 1959 se hicieron dos cruceros de turismo a la Antártida desde Ushuaia con la motonave M/N Yapeyú (FANU, Flota Argentina de Navegación de Ultramar).

En los meses de enero y febrero de 1967 se hicieron otros dos viajes con el transporte A.R.A. Lapataia.

En diciembre de 1968 y en los meses de enero y febrero de 1969 se realizaron cuatro cruceros a la Antártida con la M/N Libertad ELMA). Organizados por la Dirección Nacional de Turismo y denominados “Crucero Continente Blanco”. Itinerario: Ushuaia, Estación Científica Almirante Brown, Estación Melchior y Base Esperanza.

Recién en 1969 la LindbladTravel Inc. (empresa naviera noruega) hizo su primer viaje a la Antártida con el M.S. Lindblad Explorer que realmente era el Transporte A.R.A. Lapataia comandado por el Capitán de Corbeta Zenón Bolino y como Jefe de operaciones, el “antártico”, Lucio E. Sangunetti. Lars-Eric Lindblad ​dueño de la agencia de Nueva York, la bautizó “FirstAntarcticTouristExpedition” – 1966. Se encargó de hacer mucha prensa y regalar costosos obsequios con esa leyenda, quedando asi en el recuerdo como el primer viaje turístico a la Anártida.

En enero de 1970 se realizó el Crucero “Continente Insólito” con la Motonave Rio Tunuyán (ANTARTUR S.A. de Gustavo Giró).

En los meses de enero y febrero de 1971 se realizaron dos cruceros con la motonave Rio Tunuyán (ANTARTUR S.A.). En enero de 1972 nuevamente la M/N Libertad (ELMA) efectúa otro crucero. En enero de 1973 la M/N Libertad (ELMA) lleva a cabo otro crucero.

El Ministerio de Bienestar Social, decide chartear por medio de ELMA el T.SS “Regina Prima” manteniendo la bandera Panameña, así organiza 6 viajes a la Antártida en la temporada 1974/75. En enero y febrero de 1976 nuevamente el Regina Prima (expresidenteRoosvelt de la PresidentLines de USA) fue charteado por ELMA y la Flota Fluvial. El Cap. Juan Carlos Carrión era Jefe de Cubierta Argentino para desembarco a Bases. Realizó 7 viajes Buenos Aires-Pto. Madryn-Antártida-Ushuaia-Antártida-Ushuaia-Buenos Aires.

El relato de un turista: Primer viaje de turismo a la Antartida (enero de 1958)

 

Relato de Carlos Vicente Cácharo, nacido en 1925 (transcripto por Guillermo Cácharo, enero de 2019)

(Carlos Vicente Cácharo tiene actualmente 93 años de edad, al hacer el viaje tenía 32 años )

Me enteré por la televisión de que el Comando de Operaciones Navales de la Marina hacía un viaje de turismo a la Antártida, y que había que anotarse. Creo que también había salido la noticia en el diario La Nación. Entonces me anoté. Fui al Comando de Operaciones Navales. Había que anotarse y después esperar el llamado en el que me iban a confirmar si participaba o no del viaje. No recuerdo con precisión cuánto antes fue, pero debe de haber sido a fines de 1957, unos dos meses antes del viaje, que fue en enero de 1958.

Un día me llamaron por teléfono al trabajo, avisándome que había un lugar, y preguntaron si quería participar yendo en el segundo grupo, la segunda tanda que salía para el sur, en una semana más o menos. Pero el viaje había que ir a pagarlo ese mismo día, y abonarlo completo. No me acuerdo cuánta plata era, puede ser que fueran mil pesos de esa época, pero ya no me acuerdo. Como yo no tenía la plata ahí en el trabajo, le comenté lo que pasaba al contador, y me dieron el dinero para que pudiera ir a pagarlo, y yo al otro día lo devolvía.

Así que pocos días después salí con el segundo grupo. La primera mitad de los pasajeros había ido una semana antes, y ese tiempo habían estado recorriendo Ushuaia, hasta que llegáramos los 50 que faltábamos.

El avión era un DC3, me parece. Un avión de dos hélices. Eran aviones de la Marina, chicos, no cabían más de 50 personas, por eso había que ir en dos tandas. Pero el avión no pudo bajar en Ushuaia, porque la pista era cortita en aquella época, y había mucha nieve ese día y nubes, entonces tuvo que volver hasta Río Grande o Río Gallegos, no me acuerdo cuál primero, porque al otro día tampoco pudo bajar en Ushuaia y hubo que ir al otro de esos aeropuertos. Y el tercer día sí pudimos aterrizar en Ushuaia.

Así que cuando llegamos nosotros ya embarcamos en el Les Eclaireurs y salimos hacia la Antártida. Días de navegación no recuerdo cuántos fueron. Durante el viaje estábamos en la cubierta o visitábamos el puente, o en el camarote (sobre todo cuando se movía). Hubo algo especial, que parece que era una tradición: justo cuando cruzamos el Cabo de Hornos, nos dieron para tomar un trago de una bebida, ya no sé cuál, y había que escupirla al agua.

Cuando estábamos en cubierta y se sentía el frío, nos traían unos jarritos con caldo. Las comidas eran siempre en el salón del barco.

El primer puerto que tocamos fue Isla Decepción. Vino una lancha inglesa. Creo que subieron al barco. Y hablaron como dándonos la bienvenida. El capitán del Les Eclaireurs también dijo algo, pero como dándole la bienvenida nosotros a ellos.

El Les Eclaireurs quedó anclado y a nosotros nos fueron bajando por tandas en una lancha del buque. Ahí el gobernador de Tierra del Fuego dio un discurso para todos los pasajeros. Estoy en la duda, me parece que él iba también en el viaje, pero no recuerdo bien, también puede ser que ya estuviera ahí. Y en el refugio habían puesto unas placas conmemorativas de ese primer viaje de turismo. Está esa placa en alguna foto.

Hay un libro que escribió una mujer que iba en el viaje, Rosaura de nombre y un apellido alemán o algo así. Una mujer mayor, que dio varias conferencias después sobre el viaje. En el libro puso los nombres de los pasajeros. Éramos ciento y pico. Me acuerdo que estaba la mujer del embajador de Francia con los hijos, una mujer brasileña que era la primera aviadora de Sudamérica, estaba el escritor Nicolás Cócaro , Julio Bringuer Ayala que era conductor en el Canal 7, una mujer que me parece que era sobrina de Noble, del diario Clarín, y muchos más. Había un grupo de cinco muchachos que me parece que eran estudiantes que habían ido becados, otro de apellido Fioravanti que era nieto del escultor José Fioravanti, y recuerdo algunos otros apellidos: Bolsinger, Califano o algo parecido.

Nosotros íbamos anotando como una bitácora. Todos los días la gente del buque ponía lo que había sucedido como en la bitácora del barco. Nosotros podíamos anotarlo en la nuestra, que cada uno tenía.

En Decepción estuvimos uno o dos días. Almorzamos ahí.

De ahí fuimos a diferentes puestos. No me acuerdo en qué orden, pero fuimos al Melchior, al Teniente Cámara, al Jubany, al Almirante Brown. No había nada, tenían una cabaña chiquita, un refugio. En algunos pudimos bajar, pero un ratito nada más. Andábamos un poco por ahí y compartíamos un rato con la gente que estaba en los puestos. Almorzábamos y dormíamos en el barco. En la única donde había una construcción grande era en Decepción y ahí sí comimos un día. Habían traído mejillones, los bajaron, prendieron fuego y los hicieron en asaderas. Me acuerdo que le echaban vino blanco por arriba mientras se cocinaban. Ese día comimos ahí. El resto no. El barco hacía de hotel.

En los puestos caminábamos un poco por ahí y nos mostraban algo. También donde caminamos más fue en Decepción. Ese recorrido lo hicimos con gente que estaba ahí en la base de la isla. Fuimos a ver una pingüinera; había que subir por la nieve, hay una foto en la que estamos subiendo y se nos ve chiquitos. Me acuerdo de algo que me pasó ahí: cuando bajábamos me resbalé, y yo llevaba el trípode para la cámara, y lo perdí. Y resulta que uno de los que venía atrás, al final, se tropezó con él y cuando bajó preguntó de quién era. Ese trípode lo tengo todavía. Decepción fue el lugar donde estuvimos más. En la playa había lobos marinos.

Algunos de los días que estuvimos en la Antártida, estaba acompañando al buque el vapor Chiriguano, que estaba prestando servicio ahí. Amarraban junto al Les Eclaireurs y subían. Un día ellos organizaron la elección de una Reina de la Antártida entre las pasajeras. Me acuerdo del nombre: Leonor Gerbach Martín.

Si pienso en cosas que me llamaron la atención, la primera que me impresionó fue cuando vimos el primer témpano. Después ya fueron muchos. Incluso hay una foto en la que estoy yo adentro de uno. El témpano ese era chiquitito, estaba en la orilla de la playa en Decepción. Tenía como un hueco, entonces pegué un salto y me metí adentro. Y me parece que la foto me la sacó uno de los muchachos que estaban por ahí, no me acuerdo. O a lo mejor había puesto el trípode con la cámara para que se disparara sola. Lo que no me acuerdo de haber visto en el viaje es ballenas.

Después de esos días ahí en la Antártida volvimos a Ushuaia. En el viaje de vuelta, un día hubo una especie de baile de disfraces de los pasajeros. Algunos hicieron como un tubo con tela, como un animal largo y circulaban así disfrazados.

Ya en Ushuaia el primer contingente se volvió en avión a Buenos Aires, y nosotros nos quedamos una semana recorriendo la ciudad. Después de eso, fue nuestro turno de regresar.

Por Carlos Vicente Cácharo.

Nota de Carlos Pedro Vairo: Tuvimos una muy amena reunión con Don Carlos Cácharo y su hijo Alejando Cácharo. Muy afable, siempre con una sonrisa, contaba anécdotas de su viaje. Según él, este fue el más especial que hizo por toda la Argentina. Le encantaba salir hacia el Sur y eso se lo transmitió a los hijos. De una vitalidad sorprendente, se entusiasmó más él por el libro que nosotros mismos. En un bolsito trajo unas 400 fotos; lógico blanco y negro. Cantidad de paisajes, pingüinos, tomas del grupo de turistas, del buque, del trasbordo de combustible en la isla Decepción donde se encontraron con el rompehielos San Martín.

Tuvimos la suerte de presentar el libro en Ushuaia con su presencia y la de los dos hijos. Ya con sus 93 años estaba muy contento y sorprendido de la Ushuaia actual.

El 6 de abril de 2019 presentamos el libro “1958- Los inicios del Turismo Antártico», de Jozef Verlinden y de Carlos Pedro Vairo. El Gobierno Provincial se ocupó de invitar a uno de esos turistas. Carlos Vicente Cácharo que hace 61 años estuvo en ese primer viaje. Ya con 93 años era la primera vez  que volvía a Ushuaia. Si 61 años después. En esa época no había  hoteles y se pernoctaba en el buque. Se trata del “Les Eclaireurs” de Transportes Navales.  Conductor del programa de la Televisión pública fue Manuel Valdivia. Hubo momentos de mucha emoción como cuando contaba el “turista” Cácharo que entraron en isla Decepción se les acerco una patrullera británica y les aviso que estaban en territorio BRITÁNICO. El Capitán Llosa rechazó la nota y además les avisaba que se trataba del primer grupo turístico que llegaba a la Antártida que ese era suelo Argentino.

Fue un programa realmente  hermoso con la presencia de Gustavo Lescano Sub secretario de la Secretaría de Asuntos Antarticos, Malvinas e  islas del Atlántico Sur que se encargó de toda la organización junto con Alejandra Rosell,  Gustavo Cosentino y Danilo Clement  junto al excelente personal del Museo. También estuvo el Sub Presidente del Puerto Sr Nestor Gonzalez.

Más de 100 personas estuvieron presentes y fue una experiencia muy enriquecedora dado que presentábamos un libro de HISTORIA ocurrida hace 61  años con testigos que no nos dejaban mentir. El Vicepresidente del puerto de  Ushuaia Nestor Gonzalez que desde ese entonces esta temporada el puerto de Ushuaia tuvo 319 recaladas y se espera un aumento del 20% para el 2019-2020.

Pasamos un vídeo de ese primer viaje y veíamos una muy pequeña escollera de una Ushuaia sin asfalto y sin hoteles.

Agradecemos las Declaraciones de Interés Provincial  (Marcela Rosa Gómez y Angelina Carrasco) por el libro y la de interés Municipal (Silvio Bochichio).