BAHIA DE

BUEN SUCESO

Sobre la costa oriental de la Isla Grande de Tierra del Fuego , casi en el medio del Estrecho de Le Maire , encontramos la Bahía de Buen Suceso. En realidad está un poquito más al sur ya que dista 9 millas de  Cabo San Diego .  Tiene la virtud de ofrecer un buen resguardo, si el cambio de mareas o el viento nos sorprende en la mitad del cruce, además es un excelente lugar para recalar y esperar condiciones favorables para cruzar hacia la Isla de los Estados.

El profundo cañadón y las altas montañas que forman la entrada la hacen muy fácil de reconocer al recortarse ampliamente del resto de la costa. El tenedero es de arena y fango siendo factible fondear a 15 mts. de profundidad; además existen dos boyones que utilizan los buques de la Armada que aguantan a los avisos sin el más mínimo problema.

Desde mediados del `88 existe en el lugar una base de la armada; además de realizar el control de tráfico marítimo es  un excelente apoyo ya que cuenta con potentes  equipos de radio y, en otoño del `89, estaban terminando el helipuerto, asegurando de esta forma, una eficiente comunicación con Ushuaia. Helipuerto que utilizamos luego en el 2010 y 2014 como pueden ver en las fotos

El fondo de la bahía tiene playa de arena , el resto de la costa es de piedra y despide restingas haciéndolas inabordables. Con un poco de onda es preferible desembarcar en el lado Sur de la bahía donde desemboca un arroyo que, en pleamar, es navegable unos 3000 mts. con embarcaciones menores. En la desembocadura se debe tener cuidado con los restos de la  proa de un barco naufragado (se trata del cúter Patagones de la Div. Expedicionaria al Atlántico Sur Comandada por el Comodoro Augusto Lasserre; en búsqueda de agua dulce para tratar de exterminar el teredo, se hundió en 1887) y dos piedras que están exactamente en el medio de la vía de agua.

Cerca del destacamento naval hay un chorrillo de agua de turba y en el lado norte de la playa existe un pequeño arroyo de aguas cristalinas. Las construcciones del destacamento son las llamadas casas antárticas, al ser de color naranja constituyen  una excelente guía para aproximarse. Están ubicadas 200 mts. al Norte de la baliza y a unos 100 mts. del refugio construido por la gente del Museo Territorial.

A continuación  de la playa sigue un valle con la vegetación típica de la zona, algo de pastos entremezclado con inmensos turbales. Es importante aclarar que los vientos del SW al NW entran con mucha violencia ya que el cañadón está abierto hacia el W. Saben llegar nubes bajas y trenes de chubascos con lluvia  o granizo que, además de la mojadura, representan una probabilidad de garreo bastante segura .

Datos históricos.

Conocida como «cowut» (almeja) por los indígenas de la zona , la bahía de Buen Suceso lleva su nombre por la nave capitana de la expedición de los hermanos Nodal que en 1619 circunnavegaron por primera vez la isla Grande de Tierra del Fuego. Lo hicieron con las carabelas Nuestra Señora del Buen Suceso y Nuestra Señora de Atocha, esta última pasó a la fama cuando, hace poco tiempo atrás, fue hallada en el fondo del mar Caribe con una carga de oro y plata .

El 22 de Enero de 1619 se refugiaron en la bahía cuando el estrecho de Le Maire, conocido en aquel entonces como estrecho Nuevo, los castigo con sus acostumbradas corrientes de marea y furiosos vientos . Fueron muchos los navegantes que recalaron en el lugar, todos agradeciendo a la providencia de encontrar un sitio que los ponga a salvo del caos del estrecho. Es así como fue bautizada con diferentes nombres hasta que aparecieron las primeras cartas náuticas de la zona quedando el nombre que tiene en la actualidad.

Aunque visitada asiduamente , solo existió un asentamiento con carácter de permanente , previo al actual, por parte de la Prefectura Naval Argentina. En un momento se llego a pensar que sería posible instalar la capital del territorio y para ello se realizo un viaje de inspección por parte del Gobernador Paz. Luego de descartar dicha posibilidad, se estimo prudente trasladar la subprefectura de Ushuaia a Buen Suceso , ya que por allí pasaba el grueso de la navegación y una de las razones fundamentales para su instalación era ayudar a la misma aportando auxilio a los numerosos náufragos.

En 1887 se comenzaron las construcciones de la precaria subprefectura que estuvo a cargo del prefecto Luis Fique. Vivió en el lugar tres anos , acompañado por su esposa , cuarto marineros , indios y las sucesivas visitas de los náufragos a quienes debían atender ; luego la subprefectura fue trasladada a Bahía Thetis, próxima a cabo San Diego para prestar mejor apoyo a las embarcaciones. Para darnos un poco la idea de lo que fue vivir en el lugar pensemos que los alimentos llegaban por vía marítima y no siempre a tiempo. Hubo por lo menos un marinero que murió de hambre  y en más de una oportunidad Fique tuvo que despachar a los indios para que se procuraran alimentos como pudieran. Incluso se debía racionar los mismos cuando  aparecían náufragos que eran alojados hasta que alguna nave los evacuaba. Esto sumado a los conflictos con   los indios , en especial con el famoso cacique Capelo que había amenazado    raptar a la esposa de Fique en represalia de la desaparición de su mujer que termino con la muerte del indio , nos habla a las claras de lo inhóspito de la zona.

Cerca del arroyo , en el extremo sur de la bahía, se pueden ver paredes de lo que aparentemente fueron los cimientos de la subprefectura. Hoy, una placa colocada por sus descendientes en el ano l1982 , recuerda la acción del Prefecto Luis Fique (para 1993 ya había desaparecido la placa, colocamos otra y también fue llevada como «souvenir»).  Sin saberlo y como la zona se presta para desembarcar, levantamos nuestro campamento a muy pocos metros del lugar, buscando reparo del fuerte viento del oeste en hondonadas o tras los arbustos. Del otro lado del arroyo hay cuevas pero ninguna de ellas tienen más de 15 o 20 mts. de profundidad. Los cachiyuyos que encontramos (algas típicas del sur) cerca de la costa de piedra , fueron los más grandes que vimos ; sus hojas alcanzan los 3 mts. de largo por 40 cm de ancho. Entre chubasco y chubasco alcanzamos ver algunos guanacos , pero aparentemente la presencia humana de la base a hecho que no se acerquen tanto. Una de las cosas que pudimos comprobar y que nos llamo mucho la atención, fue que entre la rompiente y la línea de cachiyuyos casi no existe corriente , cuando a unos pocos metros esta llega a 4 o 5 nudos. Dicha situación nos había sido comentada por navegantes de la zona (entre otros Hernán Alvarez Forn , más conocido como Hormiga Negra, un buen amigo y gran navegante) y nos parecía rara pero evidentemente se cumple.

Desde cualquier parte de la playa , mirando hacia el mar , se divisa sobre el horizonte la majestuosa Isla de los Estados. Entre ambos lugares existen pocas más de 20 millas del mar mas traicionero del mundo y , según las pruebas arqueológicas , fue visitada hace más de 2.000 años , por el primitivo dueño del lugar. Los yaganes cruzaban el estrecho con sus «frágiles» canoas de corteza demostrando su habilidad como navegantes. Como pudimos ver después eran excelentes embarcaciones hechas en armonía con la naturaleza que les brindaba los materiales que luego de años de evolución eran magníficas embarcaciones.

Para finalizar veamos que juzgaron en 1643 la expedición holandesa de Brouwer cuando recalaron en la bahía : «…Está situada en el lado Oeste del estrecho de Le Maire y ofrece una tolerable seguridad para el fondeo de 12 a 14 buques de buen porte, en nueve o diez brazas de profundidad con fondo de arena negruzca ; pero la cercanía de las montanas que bordean la bahía hacen que esté sujeta a fuertes ráfagas y súbditos cambios de viento, tanto que es necesario estar fondeado con dos o tres anclas pesadas. Hay agua y leña en abundancia, pero la madera no es tan buena para otros usos….». Si para ellos era un lugar por el cual se podía navegar, a veces no comprendo a los expertos navegantes de hoy en día que a lo sumo estuvieron una o dos veces y cuentan historias dignas de una prodigiosa mente fantasiosa.