CANALES

FUEGUINOS

Esta experiencia es muy hermosa de realizar. Era la unión, ruta, que unía a Ushuaia con  Punta Arenas. La mas protegida aunque verán que no tanto si se quería hacer solamente a vela. El viento en ocasiones (willi wau) superaron los 99 nudos. Son ráfagas que no se pueden prever.

En esta ocasión eran de la partida.  Fragata «libertad» de Argentina, el Bergantín Goleta «Esmeralda» de Chile, el «Cisne Branco» de Brasil, el «Guayas» de Ecuador, el «Gloria» de Colombia, el «Simón Bolívar» de Venezuela, el «Dr. Bernardo Houssay» de Argentina y el «Ice Lady Patagonia II» de Argentina.

El 17 de marzo zarpamos y el 21 de marzo atracamos en Punta Arenas abarloados al Lautaro cerca del mediodía.

Pero como podemos ver en las fotos no fue como el viaje que hiciéramos hace mucho con el velero «Callas»; ambos fueron una gran experiencia.  Como podemos ver la del «Callas» fue jugar un poco con el hielo y nos dio el incentivo para ir por primera vez a la Antártida. En cambio esta navegación fue realmente espectacular. Sufrimos todo lo que se puede esperar del lugar. Vientos fuertísimos donde la corriente y el oleaje se ponían de acuerdo y los teníamos de proa. Hubo momentos tan duros que el «Guayas» y el «Cisne Branco» avanzaban con mucha dificultad. El Ice Lady realmente se comportó muy bien, la única pérdida fue la del radar y navegar de noche por estos canales sin visión (ni luna, ni radar), solo la luz de popa de los otros veleros era realmente de locos.

Por suerte la marcha estaba regulada y llegamos con luz de día a Isla del Diablo (Punta Divide) y hacemos todo el paso Mc. Intyre. Es más ancho y más seguro. Alrededor de las 9 de la mañana (nublado y lluvia) pasamos por el Glaciar Italia, siempre hermoso con una morena sobre el canal. Luego pasamos el Romanche que se ha achicado un poco. Luego el España con un gran retiro del mar. Dejó una extensa morena con un laguito interno.

Tanto el viento y las olas se presentaron más violentos en paso Timbales, Isla del Medio y el Paso Aguirre donde además vino una fuerte nevisca.

Sin radar decidimos quedarnos haciendo «hipódromo» (un ovalo) en aguas del canal Balleneros. Por suerte los prácticos chilenos decidieron no salir al Pacífico y continuar por el brazo norte. De cualquier forma cuando llegamos ya para virar al norte la ola del Pacífico nos tomo por popa al igual que el viento.  Así seguimos cruzando el Estrecho de Magallanes y la noche ya nos agarró muy cerca de Punta Arenas.

Hicimos noche antes de entrar. Estábamos en una «parada Naval». Fuimos llegando a Punta Arenas donde nos recibieron excelentemente y nos dieron una buena amarra.

Fue muy lindo haber participado de una navegación por el laberinto de islas que conforman este archipiélago. Por otra parte era constante el comparar como lo deben haber hecho aquellos hombres en el 1800 o de cualquier forma los comerciantes y pescadores de 1920. Al mirar a proa y ver estos grandes veleros que el viento maltrataba y hasta hacía retroceder  no dejaba de pensar de esos grandes «MARINOS» como Robert Fitz Roy en el HMS Beagle y como estaría Charles Darwin que se mareaba.

También recordaba el barco que se hizo Thomas Bridges (el Lela) por si debía evacuar a alguien de la Estancia Harberton o buscar asistencia médica. (Ver nota de Estancia Harberton). Pescadores de Galicia como Otero y su cúter, bueno realmente hombres con gran fortaleza.

Ya en Punta Arenas nos encontramos con el Mono Damilano y Hormiga Negra (Hernán Alvarez Forn, dos grandes navegantes y amigos).

Con parte de la tripulación, incluida Vera la cocinera, nos fuimos a Sotitos Bar donde cenamos de todo y no podía faltar el Casino. Como todas las llegadas a puerto se impone una salida nocturna donde nos relajamos y contamos las peripecias vividas y los planes de cada uno. Todo cambia, unos siguen en el barco y otros toman distintos rumbos. El mío era volver a Ushuaia en Bus.

Navegamos: Florencia y Eduardo May, Guillermo Francheskini, Nestor Volker, Ricardo Cobos, Jorge May (el Capi), Juan Escobar, Ian May, Nico Grandeo, Francisco May, Gustavo Lagderhein, Vera y Federico, Alberto Mieres. Espero no olvidar muchos más. Si Carlos Pedro Vairo.