LA ANTARTIDA Y EL RECONOCIMIENTO
A UN GRAN EXPLORADOR POLAR
Nuevamente la ciudad de Ushuaia se prepara para celebrar el 22 de febrero el día de la Antártida Argentina, fecha en la que se recuerda un hecho histórico de gran trascendencia para la historia del país en el continente blanco. Hace 105 años atrás, el país se establecía en forma permanente e ininterrumpida en las Islas Orcadas de Sur, al comprarle las instalaciones de la una estación metereológica a la expedición científica escocesa de Whillian Bruce. A partir de este hecho, la Argentina es el primer país en el mundo en hacer ciencia en forma constante en la región polar sur.
Esta estratégica compra, realizada por el estado argentino, fue hecha por recomendación al gobierno de Roca del explorador patagónico y perito en los tratados de límites con Chile, Francisco Pascasio Moreno, por entonces Director del Museo de Ciencias Naturales de La Plata y asesor del gobierno, quien estaba muy relacionado con todas las actividades científicas que se realizaban en el país y en el mundo durante aquellos años.
La Antártida es un continente estrechamente vinculado a nuestra comunidad, ya que el puerto de Ushuaia es la «puerta de entrada» al continente blanco (que se encuentra a sólo 1.000 kilómetros), lo cual hace que desde varios años el habitante de la ciudad esté familiarizado con la imagen de cruceros de turismo y buques logísticos, que junto a los «turistas polares» y científicos que recorren la calle San Martín, contribuyen a dar a Ushuaia una imagen de «comunidad circumpolar»
Desde hace un tiempo a esta parte, la celebración del Día de la Antártida Argentina, ha tenido una relevancia cada vez más importante en nuestra comunidad. Esto se debe en parte, a las actividades que se han llevado adelante en nuestra Provincia por la celebración del Año Polar Internacional, pero por sobre todo, se debe al trabajo que realizan un grupo de activos y entusiastas vecinos agrupados en diferentes asociaciones, que con el apoyo del la Provincia y el Municipio, han logrado que todo evento vinculado al Continente Antártico, cuente con una participación cada vez más numerosa de vecinos de nuestra ciudad. Además de esto también se ha logrado que la Antártica sea haya -de alguna manera- reposicionado; actualmente ha conquistado un espacio muy importante en los titulares de los medios de comunicación locales. Estos hechos son de destacar, ya que contribuyen a crear y fortalecer una conciencia antártica en todos nosotros.
Es así como llegamos al 22 de febrero del año 2009, año en que la celebración del «Día de la Antártida Argentina» tiene características especiales para todos nosotros ya que se realizará un merecido reconocimiento a través de la inauguración de un busto, en el Paseo de Pioneros Antárticos, quien fuera declarado ciudadano ilustre de nuestra ciudad y gran explorador del continente antártico; Don Gustavo Giro. Me atrevo a decir que quizás haya sido el último.
Don Gustavo Giró fue un «sobresaliente antártico» (así fue definido por sus superiores). Además de desempeñarse como jefe de varias bases en la Antártida, se destacó por ser un excelente explorador con amplios conocimientos técnicos, en diferentes temas polares y también por poseer una gran cultura general.
Con solo treinta y un años de edad, logró realizar con éxito uno de sus mayores logros como explorador; el de organizar, liderar y llevar a cabo la travesía más importante que se haya realizado en la Antártida, con excepción de las realizadas al Polo Sur: La unión por modo terrestre de la Base Esperanza, ubicada en el extremo norte de la Península Antártica y la Base San Martín, que se encuentra por debajo del Círculo Polar Antártico, durante el riguroso invierno de 1962.
La Expedición fue realizada por un grupo de ocho hombres de la Base Esperanza, que recorrió durante el invierno de 1962, a lo largo el extremo nororiental de península Antártica y la Barrera de Hielos Larsen; para luego atravesar la península, transportados por trineos de perros y vehículos de nieve, uniendo así en un viaje de ida y vuelta dichas bases.
Esta gran travesía se realizó entre el 14 de junio y el 25 de octubre, cubriéndose en total una distancia de 2.000 kilómetros.
El objetivo de la expedición era la adquisición de experiencia en el riguroso invierno antártico -durante los meses más fríos y con menos periodos de luz-, realizar tareas científicas durante el trayecto, preparar parte del personal capacitado y preseleccionado para integrar la expedición terrestre al polo sur, llamada Operación 90 (en planificación) y además, experimentar diferentes efectos y con medios en condiciones climáticas extremas, como así en terrenos de difícil tránsito.
Años después, Don Gustavo Giro realizó el siguiente comentario sobre el desarrollo de la Expedición… (1)
«muchos fracasaron sobre la misma ruta…solo la fe en Dios, la confianza en los compañeros y la voluntad de vencer, son la llama que mantiene vivo el calor del entusiasmo, llama que logrará permanecer encendida a pesar de la naturaleza despiadada del helado continente que defiende sus secretos con huracanes de viento y nieve, frío y soledad, en las interminables noches del más crudo invierno de la tierra».
Parte del desplazamiento del grupo se hizo entre abruptos paredones de roca, helados glaciares y sobre «…la superficie helada del mar cuyo espesor no sobrepasaba los veinte centímetros…capa cuya estabilidad no era segura y cubría las aguas del océano…»
Con vientos «…con velocidad de 220 km/h…; marchando a veces con 43 grados bajo cero…horas en tinieblas y en total silencio…en un desamparo total…; entre grietas profundas y mortíferas de bocas ocultas por tenues puentes de nieve».
Esta Expedición fue para él -participante exitoso en ambos eventos- «…muy superior en dificultades, al asalto triunfal a Polo Sur Geográfico.
Alcanzar el Polo Sur Geográfico en forma también terrestre, fue la segunda gran expedición en la que participó Don Gustavo Giro, en este caso como Segundo Jefe de Expedición y Jefe de Tareas Científicas relacionadas con meteorología, glaciología y gravimetría. También participó, junto a otros compañeros del grupo, en el registro foto-cinematográfico de las actividades de la Expedición.
La Primera Expedición Terrestre Argentina al Polo Sur, denominada Operación 90, que tuvo como Jefe al Coronel Jorge Leal, inicio su marcha desde la Base Belgrano hacia el polo sur el día 26 de octubre de 1965. La Expedición Argentina formada por ocho hombres utilizo esta ves solo medios mecánicos para realizar la travesía. Fueron empleados seis grandes tractores de nieve llamados Snow-Cat que arrastraban cada uno un trineo cargado con los materiales necesarios para la expedición entre ellos, el tan necesario y fundamental combustible de los tractores. Durante el largo trayecto enfrentaron toda clase de dificultades y vicisitudes, peligrosas grietas y grandes obstáculos como los sastruguis que se extendían en la inmensa y desértica pampa de hielo, que asociada a una climatología sumamente rigurosa hacían que el recorrido sea muchas veces extremadamente lento, incrementando más de lo previsto el consumo de combustible de los tractores; poniendo así en peligro no solo el éxito de la travesía, sino también la supervivencia de los exploradores.
Superados los numerosos inconvenientes surgidos durante el recorrido y avanzando kilómetro tras kilómetro, los exploradores llegan a su objetivo; el Polo Sur a las 10:15 horas del día 10 de diciembre del año 1965, a bordo de tres vehículos snow cat bautizados, Salta, Córdoba y Venado Tuerto.
El grupo de exploradores llega de regreso a la Base Belgrano el día 31 de diciembre de 1965 después de recorrer 2.900 km en 66 días.
Desde la Base Belgrano los «9 polares» son trasportados por el Rompehielos General San Martín, arribando a Ushuaia el día 5 de febrero de 1966, desde donde fueron trasladados a Buenos Aires el día 8 de febrero en un avión de la Fuerza Aérea, siendo recibidos victoriosos cerca de las 18 hs. en el Aeroparque por el público que esperaba ver con suma alegría y orgullo a sus «héroes polares». Desde allí son trasladados en jeeps del Ejército, y acompañados por motocicletas de la Policía Federal como escoltas, hacia la Casa de Gobierno, donde son recibidos por el Presidente de la Nación, Arturo Illia y autoridades nacionales.
La Primera Expedición Terrestre Argentina al Polo Sur del año 1965, tuvo el honor de ser la octava expedición en el mundo en lograr alcanzar los 90 sur, siendo también los primeros en lograrlo, desde el Mar de Weddell.
Es de destacar que Don Gustavo Giro durante sus actividades como explorador antártico logró recorrer por modo terrestre más de 18.000 kilómetros en el continente austral, realizados estos en trineo de perros y en tractores de nieve snow cat.
Para terminar, como reflexión final quiero compartir con ustedes un deseo; espero que los fueguinos empecemos a demostrar de una vez por todas, el reconocimiento y el afecto que le tenemos a aquellas personas que son reconocidas por todos nosotros como ejemplos a seguir en nuestra comunidad, personas que por su sacrifico en pos del bien común, por su reconocida trayectoria o por los valerosos servicios prestados, merecen el más profundo respeto y reconocimiento mientras están con nosotros, en definitiva mientras ellos puedan sentir y disfrutar la felicidad de ser agasajados por su gente, por sus vecinos; cuando pueden sonreír al recibir un presente, cuando pueden recibir los abrazos, llorar de emoción y disfrutarlo con sus familias y seres queridos.
ACTO POR LOS 100 AÑOS DE PERMANENCIA ININTERRUMPIDA EN LA ANTARTIDA
Gustavo Giró Tapper, el héroe que desafió al confín del mundo
El teniente Gustavo Giró Tapper fue el gran homenajeado y recordado
durante el acto llevado a cabo ayer por el centenario de permanencia
ininterrumpida en la Antártida por parte de la República Argentina.
Tal es así que la secretaria de Cultura de la Provincia, Fanny Morales, basó su discurso en la vida y obra de Giró Tapper, destacando las travesías antárticas que desarrollara en junio de 1962 y en 1965 junto a un puñado de
hombres que desafiaron, no sólo las inclemencias del tiempo, sino también al
confín del mundo.
Morales recordó en su discurso la famosa travesía iniciada en 1962.
«Giró fue a la Base Esperanza con la idea de realizar una expedición nunca antes realizada, en apoyo a las actividades científicas que programaba la Dirección Nacional del Antártico.
Se planeaba un itinerario insólito, porque se trataría de ir por las montañas de la península antártica. Se tomaría el período de junio a octubre, en los meses de menos luz y de más bajas
temperaturas.
La expedición de 1962 duró cuatro meses y medio, tiempo en el cual se desarrolló una dura marcha a lo largo de la península. Recorrieron 2000 km sobre la extensa barrera de hielos Larsen, atravesando aquella última cadena
montañosa del globo que es la continuación de Los Andes continentales.
Giró no gesticulaba al hablar. Apenas si alzaba en forma casi imperceptible sus cejas, esbozaba una sonrisa y le centelleaban los ojos, cuando al regreso contaba detalles, como que estuvieran cuatro meses y medio
sin bañarse, que los seis miembros de la expedición perdieran 10 kilos de peso promedio cada uno por la deshidratación, el esfuerzo que realizaban y las bajas temperaturas que soportaban de más de 50º bajo cero.
El principal medio de transporte utilizado por el teniente primero Giró entre la Base Esperanza y la Base General San Martín en 1962 fueron dos trineos de perros, con dos equipos de nueve animales cada uno. Además usaron tres vehículos con orugas.
Las condiciones del campo de la barrera Larsen, tan accidentado y sembrado de fisuras, exigían a los expedicionarios aplicar una prudencia extrema en sus avances.
Con la amputación de algún dedo y principio de congelamiento entre los integrantes, la aventura concluyó satisfactoriamente, y el alma de acero de Giró había alcanzado el temple justo».
Alcanzó el Polo en el 1965
Morales hizo el raconto también de la hazaña de 1965. «Se había trabajado fuerte en el programa de la expedición al Polo Sur, principalmente desde la primitiva Base Belgrano, ubicada muy adentro del sector antártico.
Lo primero que se hizo fue establecer un puesto de avanzada a casi 450 km al
sur de Belgrano y a menos de 900 km del Polo, en que quedaría almacenada buena cantidad de abastecimiento y combustible.
A esa nueva base se la llamó
«Alférez de Navío Sobral», en homenaje al primer antártico de la historia argentina. Su establecimiento efectivo fue dejado en manos del ya entonces capitán Gustavo Giró. A esa instalación le dieron categoría de base, pero en
realidad se trataba de un refugio bien equipado para cinco personas.
Seis vehículos a oruga y dos trineos tirados por perros fueron los medios empleados para alcanzar el Polo. La expedición salió de Belgrano a fines de octubre, llegó el 10 de diciembre al Polo Sur y regresó al punto de partida el último día de 1965.
El viaje había demandado más de dos meses. Además del capitán Gustavo Giró, integraban el grupo el coronel Jorge Leal, el suboficial Ricardo Ceppi y los sargentos Roberto Carrión, Julio Ortiz, Alfredo Pérez, Jorge Rodríguez, Adolfo Moreno, Domingo Zacarías y el cabo Ramón Alfonso».
Por este motivo el gobernador Jorge Colazo y el vicegobernador Hugo Cóccaro, reconocieron a la Edelia Gamarino viuda de Giró y a sus hijos y nietos, entregándole una placa recordatoria y una medalla de honor en
memoria del hombre que «desafió al hielo».
Ushuaia, capital de la Provincia de Tierra del Fuego, A. e Is. del A. S. República Argentina.
Viernes 20 de Febrero de 2009 Año XIV – Edición 03426 El Diario del Fin del Mundo.
En Ushuaia homenajearán a Gustavo Giró en el Paseo de los Pioneros Antárticos
El domingo se conmemora el Día de la Antártida Argentina
El próximo domingo, 22 de febrero, se conmemora el Día de la Antártida Argentina y se celebran 105 años de permanencia ininterrumpida de los argentinos en el sector antártico. Esta fecha recuerda el izado del pabellón nacional en el entonces observatorio meteorológico de la isla Laurie, del grupo de Islas Orcadas, al ser inaugurada la actual Base Orcadas.
Cabe señalar que desde esa fecha y durante los siguientes cuarenta años, la Argentina fue el único país que enviaba hombres al sector para permanecer durante el invierno y desarrollar investigaciones científicas, lo cual constituye uno de los más importantes avales de soberanía en el área.
En este sentido, el Museo Marítimo de Ushuaia, como integrante de la comisión de de actividades por la Semana de la Antártida, invita a la comunidad a participar del acto donde se procederá al descubrimiento del busto del explorador del desierto blanco y vecino ilustre, Gustavo Giró Tapper, en el Paseo de los Pioneros Antárticos, ubicado sobre la avenida Prefectura Naval Argentina.
La ceremonia, que se llevará a cabo a partir de las 11 del próximo domingo, será presidida por el intendente municipal Federico Sciurano, y el comandante del Área Naval Austral, contraalmirante Daniel Martín.
Gustavo Giró Tapper fue el adelantado y 2º jefe de la «Operación 90″, y fundador de la Base Doctor Sobral a los 81º 04´ 45», que sirvió de apoyo a aquella expedición. Fue el jefe de la expedición invernal de 1962 desde la Base Esperanza hasta la Base San Martín y regreso a Esperanza, donde se recorrieron 2.000 kilómetros sobre la cordillera antártica; bautizó dos picos: el América y el Santa Micaela, este último en honor al buque que transportó, en 1951, a Hernán Pujato.
Al finalizar la ceremonia frente a la costa se procederá a la inauguración de una muestra conmemorativa en la Antigua Casa Beban.
Ushuaia, capital de la Provincia de Tierra del Fuego, A. e Is. del A. S. República Argentina.
Lunes 23 de Febrero de 2009 Año XIV – Edición 03427 El Diario del Fin del Mundo.
Al conmemorarse ayer el Día de la Antártida Argentina
Homenajearon a Gustavo Giro Tapper descubriendo un busto en el Paseo de los Pioneros Antárticos
En horas de la mañana de ayer se llevó a cabo una ceremonia para conmemorar el Día de la Antártida Argentina, al recordarse el izado del pabellón nacional en la actual Base Orcadas, hecho acontecido el 22 de febrero de 1904. Durante el acto se rindió un homenaje al explorador antártico y vecino ilustre de Ushuaia, Gustavo Giro Tapper, de quien se descubrió un busto en el Paseo de los Pioneros Antárticos.
«Tengan la certeza que no los defraudaremos en el legado blanco que nos han dejado, debiéndoles un cabal reconocimiento y nuestra permanente gratitud a ustedes», aseveró el comandante del Área Naval Austral, contraalmirante Daniel Martín, al homenajear a los héroes antárticos del país, entre los cuales mencionó al Alférez de Marina José María Sobral, al Teniente Julián Irízar y al Mayor del Ejército Gustavo Giro Tapper.
Durante su alocución, el contralmirante Martín rescató el despliegue de medios navales y aéreos que se destacan en la actualidad para brindar apoyo a la campaña antártica de verano 2008-2009 y la Patrulla Antártica Naval Combinada, que se efectúa con la Armada de Chile, manifestando que «este esfuerzo que hoy estamos haciendo no sería posible si con el correr de los años no nos hubiera marcado firmemente el rumbo prohombres como el Alférez Sobral, el Teniente Irízar y Mayor del Ejército Gustavo Giró Tapper».
Remarcó que «los bustos que se erigen en el Paseo de los Pioneros Antárticos reflejan el sacrificio, la constancia y el empuje determinante para el cumplimiento de la misión», acotando que «muchos son como los recién mencionados, los héroes conocidos de la gesta antártica, pero muchos mas los anónimos, algunos de los cuales aun descansan en el manto helado». «A los que nos precedieron en este cometido no los defraudaremos», sintetizó.
Desde aquel momento, en el que se izó el pabellón nacional en el entonces observatorio meteorológico de la isla Laurie, del grupo de Islas Orcadas, la Argentina fue el único país que enviaba hombres al sector para permanecer durante el invierno y desarrollar investigaciones científicas, lo cual constituye uno de los más importantes avales de soberanía en el área, al ser la Armada la fuerza que apoyo con medios y personal el establecimiento de Orcadas.
Giro Esperanza a base San Martin y regreso 1962
El Diario dcel Fin del Mundo. Viernes 29 de Julio, 2011. AÑO XVII – Edición 04027
Ushuaia, Capital de la Provincia de Tierra del Fuego, A. e Is. del A. S. República Argentina. Clima: T. Max: 5º T. Min: 1º Nublado/Ventoso. 29/07/2011 | EFEMÉRIDES
EL 29 DE JULIO DE 1962
Esto pasó en nuestra región: Una expedición cruza el Círculo Polar Antártico en invierno. Este día, ocho militares atraviesan el Círculo Polar Antártico con la intensión de consumar la primera expedición invernal terrestre que una las bases Esperanza y General San Martín. El entonces teniente primero Gustavo Giro Tapper estuvo a cargo de planear, organizar y comandar la misma.
La travesía se cumplió entre el 14 de junio y el 25 de octubre, cubriéndose una distancia de dos mil kilómetros.
Dado que ese invierno no fue muy riguroso, se descartó la ruta por el canal Príncipe Gustavo, debido a su incompleto congelamiento. Se buscó un terreno alternativo a través de la zona montañosa de la península Antártica.
Por tal motivo, se habilitó el refugio Ameghino en el cabo Longing, con una avanzada de cuatro hombres transportados en avión, desde Esperanza, para que reconocieran la zona hasta el glaciar Victoria, hacia el Norte por el glaciar Sjögren.
El grupo principal partió desde esa base el 14 de junio y arribó a la base Benjamín Matienzo un mes después. Durante los primeros doscientos kilómetros, las fuertes pendientes, la gran acumulación de nieve y las grietas ocultas, obligaron a un desplazamiento lento que demandó veintitrés días.
Se produjeron cinco caídas de vehículos en grietas, no habiendo ocurrido desgracias personales y lográndose recuperar el material en todos los casos. A los treinta días de la partida, el grupo llegó a Matienzo, donde pudieron reparar los trineos de arrastre.
Los dos grupos salieron de esa base el 23 de julio, cruzaron el Círculo Polar Antártico y llegaron a caleta Carretera el 8 de agosto, donde se instaló el campamento sur.
Luego se realizaron tareas de reconocimiento y se emprendió la ascensión a la meseta llegando el 25 a la base General San Martín.
El 18 de setiembre se emprendió el regreso. El viaje desde la base General San Martín hasta la caleta Carretera demandó catorce días, debido al mal tiempo.
El trecho entre las bases Matienzo y Esperanza se cubrió en diez días empleando tres trineos con perros; dada la imposibilidad de continuar con vehículos automotores.
El objetivo de la misión fue hacer observaciones y experiencias en cuanto al rendimiento de los elementos mecánicos en condiciones adversas, y realizar investigaciones científicas.
Fundación Marambio:
En la Ciudad de Ushuaia, en la nueva avenida costanera, llamada «Prefectura Naval Argentina» entre Antártida Argentina y Rivadavia; en un lugar que ofrece una magnífica vista del Canal de Beagle y sus entornos montañosos; en ese espacio privilegiado se ha erigido el Paseo de los Exploradores Antárticos, desde donde los bustos del Alférez José María Sobral, del Almirante Julián Irizar, del Barón Adrien de Gerlache y del Mayor Gustavo Giró Tapper, miran hacia la Antártida, como rememorando sueños y hazañas de épocas heroicas.
En el marco de la IV Edición de la Semana de la Antártida , se le rindió homenaje al Mayor Gustavo Giro Tapper, formidable expedicionario antártico y vecino ilustre de la Ciudad de Ushuaia.
En dicho acto se encontraban presentes autoridades provinciales, municipales, fuerzas de seguridad, eclesiásticas, miembros de la comisión organizadora, familiares de Gustavo Giró Tapper y en representación de la Fundación Marambio, su Presidente acompañado de su esposa.
La música fue ejecutada por la banda de la Base Naval Austral.
Luego de las palabras que recordaron al Mayor Giró Tapper, mencionadas por Raquel Roca, en representación de la Asociación Damas Blancas, y de Pablo Fanjul, como miembro de la comisión organizadora de la Semana de la Antártida, se procedió a colocar una ofrenda floral al pie de su busto.
El Mayor Gustavo Giró fue un expedicionario antártico que en el año 1962, al mando de la «Patrulla Invernal Junio/Octubre 1962«, unió la Base Esperanza con la Base San Martín, cruzando la cordillera de la Península Antártica y además en el año 1965 llegó al Polo Sur en la Primera Expedición Terrestre Argentina, denominada «Operación 90«.
Palabras de la señora Raquel Roca de la Asociación Damas Blancas
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El hombre no está ausente en el encuentro con la Antártida.
Por eso evoco en este momento, la figura inconmensurable de Gustavo GIRO, hombre de hogar, religioso, de familia organizada… que lo dio todo… no por si… sino por su Patria.
Gustavo GIRO conformado como buen Cordobés….no fue difícil avizorar que un día seria: Hombre de valía valeroso de arrojo…. un hombre de pulcritud y decoro… que mantuvo su horror por la chabacanería… y el trabajo… mal hecho.
Todo su ser unido a esta sagrada pasión… por este pedazo de patria helada y un polo desafiante y atrayente… ante tal reto aporto respuestas válidas, que surgen de la meditación y la experiencia y sin lugar a dudas de un supremo amor.
No estuvo solo en tremenda envergadura, sabia que allí es una verdadera fábrica de clima, con aspectos jurídicos y políticos.
Con esto su mayor respeto… pero, a pesar de todo, no soltó de su mano el emblema nacional que orgullosamente nos legó en el polo sur. Su mano que cariñosa y humildemente, acariciaba a su perro Poncho.
Gustavo GIRO el que combate con la naturaleza y rinde su vida por ella, el que inculca a las nuevas generaciones el sentimiento fundamental de grandeza, de poder, de gloria de la Patria.
Gustavo GIRO, el antecesor, que afinca realidades para el futuro, que céla por una unidad histórica, perdurable y … desea por sobre todo, ser hombre, miembro, de una sociedad mas justa.
Gustavo GIRO, el hombre digno,… que no pide lo que merece, ni acepta lo inmerecido.
Porque esta dicho que la dignidad estimula toda perfección del hombre.
Me permito recordar palabras sabias de José Ingenieros, sayo que le cabe holgadamente al amigo GIRO.
El hombre ES.
La sombra parece.
El hombre pone su honor en el merito propio y es juez supremo de si mismo.
Estoy segura Mayor GIRO, que una luz inmaterial, iluminará, el ámbito espiritual de los hombres del mundo y se lograra aquello por lo cual lucho, incansablemente.
Y quiero decirle, que en el cielo azul celeste de Antártida esta… signada por el destino, una placa homenaje de las Damas Blancas, que dice:
«Gustavo Giro… eres ejemplo de dignidad inquebrantable, de profundo amor a tu familia y de inclaudicable servicio a tu país».
Para terminar debo reconocer que… con estas breves palabras no he logrado hacer un merecido boceto de este gran hombre… pero si… reconoceremos… todos… que nos ha legado un potente ejemplo… y a sus hijos, el solemne orgullo que deben sentir al recordarlo como el ser amado, que depositó su hombría de bien, en el altar sublime de Dios y la Patria.
DAMAS BLANCAS
Por la paz.