Logos

Buque Biblioteca De Una Misión Evangélica De Estados Unidos

«Logos», (1987) Buque Biblioteca De Una Misión Evangélica De Estados Unidos

Como existe una gran diversidad de versiones prefiero copiar esta publicada por el Diario el Mercurio de Chile. Para los que no están familiarizados con la navegación, por más que lleve práctico a bordo, la responsabilidad es siempre del Capitán. Incluso la decisión de zarpar, mala o buena, por las condiciones meteorológicas, horario (al no conocer la zona conviene arriesgarse?). Después hubo especulaciones como siempre: una muy fuerte fue que ese viejo buque tuvo ese final y fue una bendición para la sociedad que compró uno mucho mejor, más moderno y mas grande. Porque salir esa noche?? Son muchos los buques que con tal de cumplir el horario salen en cualquier condición salvo que las autoridades cierren el puerto, cosa que sucedería en instantes esa noche, según otras especulaciones.

Lo cierto es que algo lograron salvar del buque y el «logos» quedó como un monumento a lo que es la zona. (Para la ecología del lugar se lograron sacar 80 toneladas de petroleo).

Pero la naturaleza nos regala siempre escenas espectaculares. Navegamos mucho por la zona y este espectáculo de los delfines australes es muy común.  

«Logos», el naufragio del buque-biblioteca que todavía acapara las miradas en el canal Beagle, cumple 25 años (Mercurio, 5 de enero 2013).

Arica, Valparaíso, Puerto Montt y Punta Arenas fueron los cuatro puertos chilenos que el buque-biblioteca «Logos» visitó en su última gira por el país, en 1987. La nave, que transportaba una colección de más de cuatro mil libros por todo el mundo como parte de una misión evangélica estadounidense, zarpó de la capital de Magallanes el 29 de diciembre de ese año. Y aunque no estaba en sus planes, nunca regresó.

Seis días después, la nave -de 83 metros de eslora y construida en 1949- encalló en el canal Beagle, frente al islote Snipe, luego de una recalada en Ushuaia, Argentina.

Aunque sus 139 tripulantes fueron rescatados ilesos por lanchas torpederas de la Armada de Chile, la nave de la Educational Book Exhibits Ltd. sufrió daños irreparables.

El accidente se desencadenó cuando el práctico argentino que apoyaba el avance del buque hacia el cabo San Pío decidió desembarcar antes de tiempo debido al deterioro de las condiciones del mar. Al abandonar el «Logos», le indicó al capitán británico Jonathan Stewart por dónde debía continuar el «track» de navegación.

Sin embargo, el buque fue presa de fuertes corrientes que Stewart no conocía, relata el retirado oficial de la Armada Miguel Vásquez, por entonces comandante de la torpedera «Fresia» y que acudió al rescate de los náufragos, en un artículo publicado en la Revista Marina, hasta que encalló.

Francisco Ayarza, dueño de la empresa de salvataje submarino Nautilus, ayudó a rescatar algunos elementos del barco.

Hoy, sólo el volar de un centenar de gaviotas y skúas rompe la imagen inerte de los oxidados restos náufragos