VIETNAM

Uno de nuestros puntos de interés era visitar los famosos túneles de Cú Chi. Se localizan en las afueras de la ciudad de Ho Chi Minh (Saigón).  Nos interesó por varios motivos, por un lado por las imágenes que veíamos de las trampas  de los vietnamitas en la jungla contra franceses y norteamericanos y por otro porque había leído que gracias a esos túneles de cientos de kilómetros fue la contundente derrota que infligieron los vietnamitas a los invasores y que, además, se podía vivir en esos túneles, fabricar explosivos y recibían a diario ayuda externa de la población.

Entre otras cosas vimos las bicicletas que, desde los propios mercados de la ciudad capital, les llevaban suministros y hasta componentes de armas.

En el Museo Nacional nos preparamos un poco y hay fotos de esas bicicletas.  Vemos también con asombro que esto queda dentro del área de Vietnam del Sur y fueron usados por el Vietcong para la ofensiva del Tet en 1968.  En realidad los franceses y norteamericanos peleaban contra el Vietcong hacia el norte cuando ya estaban bajo sus pies.

Los túneles fueron utilizados por los soldados del Vietcong como escondites durante el combate, además de servir como vías de comunicación y suministro, hospitales, escondites de alimentos y armas, y viviendas para numerosos combatientes norvietnamitas. Los sistemas de túneles fueron de gran importancia en su resistencia a las fuerzas invasoras.

Guerra en los túneles

Tenían, como podemos ver, muchas trampas, además de ser muy angostos como para la contextura de un vietnamita pero no para la de un soldado estadounidense con su equipo. La peor parte era que debían ingresar de a uno y abajo los esperaban unos cuantos. Es así que se libró un gran bombardeo sobre la zona, que se hizo famoso, dado que bombardearon con explosivos de 500 kg. y los B52 llevaban 30 toneladas de explosivos. En la jungla quedaron astillas y pueblos devastados, pero afectó muy poco a los túneles.

Ingresaron 8.000 soldados a la jungla pero sin entrar a los túneles. Los únicos que se aventuraron dentro de los túneles fue el batallón de Ingenieros del Real Ejercito Australiano y descubrieron lo bien que estaban organizados, con hospitales, fábricas de armamentos, sistema de ventilación, cocinas, comunicaciones, etc. Esto que fue comunicado en una conferencia de prensa en Saigón. Fue muy interesante el descubrimiento para todo el mundo. La guerra no era tal cual se conocía hasta el momento.

A raíz de este descubrimiento el comandante de las fuerzas aliadas en Vietnam del Sur, emitió una orden general a todas las fuerzas aliadas de que los túneles debían ser registrados adecuadamente cada vez que se descubrían. Comenzó a entrenar a un grupo de élite de voluntarios en el arte de la guerra de túneles, armados solo con una pistola, un cuchillo, una linterna y un trozo de cuerda. Los especialistas, comúnmente conocidos como » ratas de túnel», entrarían en un túnel por sí mismos y viajarían pulgada a pulgada con cautela mirando hacia adelante en busca de trampas explosivas.

Pero el efecto fue mínimo,  entonces se organizó otra campaña. En 1967 se lanzó  un asalto mayor contra Củ Chi y el Triángulo de Hierro, la llamada Operación Cedar Falls, similar a la anterior pero con 30.000 soldados. El 18 de enero descubrieron la sede del distrito de Vietcong de Củ Chi, que contenía miles de documentos, entre ellos mapas de bases estadounidenses, relatos detallados del movimiento de PLAF desde Camboya a Vietnam, listas de simpatizantes políticos, etc.

Fue una frustración para el ejército estadounidense en Saigón. El Vietcong desde 1965 que estaba en la posición de poder controlar dónde y cuándo tendrían lugar las batallas. Se trasladaban suministros y albergaban tropas. Los túneles de Cu Chin permitieron a los norvietnamitas en el área de Vietnam del Sur,  ayudando a prolongar la guerra y aumentar los costos y bajas estadounidenses hasta la eventual retirada en 1972, y la derrota final de Vietnam del Sur en 1975.

Muchas cosas nos dejaban pasmados. Los famosos nidos de hormigas de tierra los usaban como puestos de vigilancia o casamata. Ahuecados desde el túnel podía entrar una persona y realizar su misión sin ser descubierto.

Vida en túneles

Para el Vietcong, la vida en los túneles era difícil. El aire, la comida y el agua escaseaban y los túneles estaban infestados de hormigas, ciempiés venenosos, serpientes, escorpiones, arañas y roedores. La mayoría de las veces, los soldados pasaban el día en los túneles trabajando o descansando y salían solo por la noche para buscar suministros, cuidar sus cultivos o enfrentarse al enemigo en la batalla. A veces, durante períodos de fuertes bombardeos o movimiento de tropas estadounidenses, se veían obligados a permanecer bajo tierra durante muchos días seguidos. Las enfermedades eran rampantes entre las personas que vivían en los túneles, especialmente la malaria, que fue la segunda causa de muerte después de las heridas de batalla. Un informe capturado del Vietcong establecía que la mitad de una unidad de las Fuerzas Armadas de Liberación del Pueblo (PLAF) tenía malaria y que «el cien por ciento tenía parásitos intestinales de importancia».

Nos impresionó ver como tenían un sistema para cocinar a leña y que el humo se disperse en la jungla sin llamar la atención.

Turismo

Se conservaron túneles con sus estancias de enfermería, cocina, descanso, fábrica de bombas, almacenes, comunicaciones por unos 121 km de largo. En Saigón es un parque conmemorativo de la guerra. Algunos túneles se agrandaron para que puedan pasar los turistas. Se han instalado luces de bajo consumo y tienen exhibiciones de los diferentes tipos de trampas explosivas que se utilizaron. Se han restaurado las salas de conferencias subterráneas en las que se planearon campañas como la Ofensiva Tết en 1968, y los visitantes reciben la propaganda correspondiente. Afuera hay campos de tiro donde se pueden usar todas las armas que estuvieron en la guerra y le dan un sonido  de fondo único al paseo.