VILLA UKIKA

VILLA UKIKA 2017. PUERTO WILLIAMS

Una recorrida por Villa Ukika, solo para ver  y comprar canastas de Cristina Calderón y unos arpones que me estaba haciendo su sobrino Martín Gonzales Calderón. Había conseguido huesos de ballena y me fabricó unos cuantos para el museo. Cristina, con sus 88 años, no está haciendo más canastas, pero  mucha gente pasa por su casa para conocerla. Van de la TV de cualquier parte del mundo. Está bien que se la reconozca, pero al hacer constante hincapié como “la última yagana pura” es como mostrar algo en extinción. Es impresionante su fuerza de voluntad y decisión, dado que está en todos los actos como fechas patrias, actos de reivindicación del pueblo yagán, como la propuesta de conseguir las tierras de Bahía Mejillones o el NO a las salmoneras, etc. Cristina Zárraga, nieta de Cristina, desde hace  unos años trabaja con ella para recuperar el lenguaje y publicó un par de libros sobre medicina yagán y otro sobre Cristina Calderón sobre sus recuerdos de la infancia. Algunos son recuerdos sueltos, pero dan una idea de lo que era la vida en caleta Róbalo y Mejillones y el trabajo en estancia Remolino, cruzando el Canal Beagle durante el verano, luego cruzaban de nuevo a Navarino. Cómo la crió el abuelo, sus primeros zapatos y mil cosas más que entre todas podemos explicarnos muchas cosas. Una muy importante era la prohibición de hablar en yagán para no ser discriminados, en especial cuando asistían a la escuela. Me trae muchos recuerdos como los de su hermana Úrsula, que falleció en el 2003, luego conocí a Emelinda Acuña (falleció 2005) y así fui conociendo a muchos, dado que de una forma u otra eran parientes. Por otra parte iba muy seguido porque al navegar la zona hacíamos escala obligada en Puerto Williams por los permisos y les llevaba yerba mate, a veces hasta cordero. Les gusta mucho y no hay en venta.