CÁRCELES MUSEOS 

FRANCIA

CARCEL MEDIEVAL DE RIQUEWIHR. ALSACIA

Torre para prisioneros, sala de torturas y mazmorra en el centro judicial de Riquewihr. Cerca de Colmar hay varios poblados medievales muy hermosos. Es una región que pasó muchas guerras y cambió de manos. Ahora está dentro de Francia, pero Alsacia conoció el mandato de los germanos. Son muy interesantes estos poblados dado que se encuentran rodeados de viñedos en plena Ruta del Vino. Se puede pasear tranquilamente en bicicleta o haciendo trekking. Son amuralladas, con puentes levadizos y torres para vigías. En Riquewihr, al final de la calle principal, existe una de estas torres en la puerta Oeste y ahora alberga al Dolder Museum. Pero muy cerca y en la esquina noroeste de la ciudad, hay otra torre construida con la muralla en 1291. Tuvo varias reformas y adaptaciones en especial cuando llegaron las armas de fuego en el siglo XV y se construyó una segunda muralla, un poco mas afuera. Sus paredes tienen entre 2 a 5 mts. de grosor teniendo 15 mts. de alto.  Riquewihr se convirtió en el centro de justicia y religioso de las posesiones del duque de Württemberg en la orilla izquierda del Rin. De esta forma se hizo necesario tener un lugar para los prisioneros dado que estaban los juzgados de la época. Entre los siglos XV y XVIII esta torre sirvió para los presos y se justificó poseer una sala de torturas, una mazmorra y celdas de confinamiento como así también alojamiento para los guardianes. Esto es lo que veremos en las fotos aunque no pudimos recorrer todo, dado que hubo un incendio y está en reparaciones. Es un verdadero laberinto de pasadizos, cámaras para prisioneros, corredores para la ronda de guardias, escaleras empinadas de madera otras de piedra, etc.

LA CONCIERGERIE. PARIS  

La Conciergerie (del francés, concierge, conserje) o también, Palais de la Cité, es un edificio histórico de París que ocupa el muelle del Reloj, en la Isla de la Cité. Se llama muelle del Reloj dado que, en esa torre del palacio, Carlos V hizo colocar el primer reloj público de París en 1370. El palacio fue la residencia y la sede del poder de los reyes de Francia entre los siglos X al XIV. Fue construido y modificado durante siglos, según el criterio de sus ocupantes.
Carlos V dejó el palacio y se trasladó a vivir al palacio Sain Pol y luego al Louvre. En 1392, la función del palacio era netamente de justicia y cárcel. Pasó a ser el Palacio de Justicia hasta la actualidad. La prisión ocupaba la planta baja del edificio que bordea el muelle del Reloj y las dos torres (la de Plata y la de César). Era un lugar de detención mientras se llevaba a cabo el juicio y luego le sucedía el castigo. El Conserje era nombrado por el Rey y tenía la responsabilidad del cuidado del Palacio y luego de la Prisión.
La cárcel estaba dividida en el sector de los hombres y de las mujeres, ambos con un patio cada uno. Como tenía pocos calabozos, los prisioneros pobres dormían amontonados en un corredor conocido como la calle de París; su nombre proviene del sobrenombre que se le daba al verdugo “Monsieur de Paris”. Luego había calabozos para los ladrones comunes y otros para los huéspedes de categoría. Incluso los más pudientes tenían celdas individuales con mobiliario y buena comida.
En la Revolución, conocido como el reinado del Terror, alojaban en este pequeño espacio a más de 600 detenidos. En setiembre de 1793, se ejecutó a más de 1300  prisioneros. En la Conciergerie los ejecutaron directamente en el patio de las mujeres. Al lado, otro patio, el “Côte de Douze”, era donde debían esperar los condenados que en número de 12 eran trasladados en una carreta al caldazo de la plaza de la Revolución (actual Concorde). Es allí donde guillotinaron a María Antonieta y Robespierre. En los dos años que duraron los tribunales revolucionarios, se ejecutaron 2700 sospechosos de estar contra la revolución.
El método para lograr la confesión era la tortura, y los castigos podían ser desde el  descuartizamiento, la guillotina y la hoguera hasta el fusilamiento. Continuó como cárcel hasta 1934 y, entre los presos famosos, estuvieron Napoleón III, el mariscal Ney, el anarquista Ravachol y muchos más.