Es un excelente museo construido recientemente en la parte más austral de Chile. Con su director, Alberto Serrano Fillol, recorrimos el mismo y conversamos mucho sobre los yaganes que todavía (por suerte) habitan Villa Ukika y ahora también algunos caleta Mejillones, donde se sienten más libres. Es un poco volver al lugar de sus ancestros.

Vimos un documental sobre la Comuna del Cabo de Hornos y una exposición excelente de fotografías tomadas por Martín Gusinde que conforman un nuevo libro publicado en 2016. Tiene varias exposiciones en especial la más importante es la del pueblo yagán pero también es interesante la de los primeros europeos que pasaron por el Canal Beagle, algo de Roberto Fitz Roy y Charles Darwin y otros exploradores como los de la fragata «Romanche» de 1882-1883.

Si bien data de 1975, nada tiene que ver con ese pequeño museo con techo alpino, todavía forma parte del nuevo museo y lo podemos ver en la construcción de madera con techo azul a dos aguas. Siempre dependió de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos. Pero como en otros temas tienen planes a largo plazo que van cumpliendo. No como estamos acostumbrados en Argentina que se inauguran o presentan para nunca ser encarados.

Tiene un anexo que es la famosa casa Stirling de chapa acanalada que fue trasladada de Río Douglas a Puerto Williams. Una excelente exposición de los Misioneros Anglicanos en la zona: Tekenika, Bayly, Río Douglas y algo de Ushuaia. Un buen recorrido histórico con elementos de la época y muy buena explicación.

Da gusto pasar por un museo que puede ser pequeño pero que el Estado Nacional se ocupa aunque este muy lejos de la Capital.

Su nombre recuerda a Martín Gusinde, sacerdote y científico austriaco que vivió entre yaganes y selk’nam elaborando una de las mayores síntesis etnográficas sobre los pueblos indígenas que habitaron Tierra del Fuego.

En 1974 se creó el Museo para difundir y conservar el patrimonio de la Isla Navarino y el archipiélago fueguino. Se fundó oficialmente en 1975, cuando se construyó su primer inmueble. Ese recinto tenía una superficie aproximada de 230 m² y en su fachada fue utilizada madera de ciprés de Guaitecas.[3]​

Después de ser ampliado a más de 810 m² y renovado completamente a fines de 2007, el edificio fue reinaugurado en 2008. ​

El Museo cuenta con tres salas de exhibición permanentes y espacios que permiten diversificar los servicios al público, como por ejemplo: depósitos especializados, laboratorios, cabinas de computación, centro de documentación, sala de lectura y acceso para personas con discapacidad, entre otros.

La Casa Stirling, primera obra arquitectónica de Tierra del Fuego declarada Monumento Histórico Nacional en 2003, fue trasladada al terreno del museo y habilitada museográficamente para albergar parte de su colección y convertirse en parte del Museo.