Esta isla está muy cerca de Tenerife, fue uno de los motivos que fuimos, tiene un gran puerto nuevo, su geografía y vegetación difieren totalmente al grupo de las Canarias; y además en el puerto de San Sebastián, su capital, hay una casa de Colón. También la ermita donde rezó, pero claro todo ha cambiado. La ermita de San Sebastián debió ser otra, dado que esta es de 1540  y la iglesia que señalan de la Asunción es del 1700. En el recorrido que se hace se pasa por la casa de la Agunada, de donde se dice que se proveyó de agua fresca para la navegación. Son casas pequeñas y humildes. Su geografía es increíblemente intrincada, tiene como unas 20 lenguas de tierra, las vueltas son cansadoras y a veces peligrosas. Es aquí donde vimos el silbar canario, que para hablarse de un brazo a otro se silba y hay muchos silbidos que preguntan cosas o contestan así los pastores todavía no usaban celular. Por todas partes hermosa naturaleza, parques protegidos, muchos rebaños de cabras de monte con una geografía muy montañosa. Aquí no hay rebaños de turistas y solo hacen una excursión por Colón. Sin casi playas hay otro puerto, La Vuelta, del lado opuesto de la isla. En particular me gustó la gente, comer con los lugareños y enterarnos de estas pequeñas cosas de campo que les llenan la vida. La conquista de las isla fue entre 1402 y 1480 aprox. donde los pueblos originarios fueron sometidos a la Corona de Castilla. En las Gran Canaria se nota una “prosapia” más Castellana, muy al contrario en Gomera. Creo que es lomas lindo esa mezcla y unión de culturas  guardando rasgos distintivos de cada una.